Playas privadas Saint-Tropez

Saint-Tropez es esta península de la Costa Azul que se hizo famosa en el mundo gracias a Louis de Funès y sus películas El Gendarme de Saint-Tropez; pero también gracias a Geneviève Grad y su célebre canción: Do you, do you Saint-Tropez ?
Más allá del mundo del espectáculo, son sus playas, sobre todo privadas, las que dan que hablar. Auténticos remansos de paz con una decoración azul-verde-dorada, son los puntos de encuentro de los vacacionistas en busca de evasión. Muchas de ellas también han servido de escenario para numerosas películas. ¡Descubramos estas maravillas de Saint-Tropez!

Descubra las mejores playas privadas de Saint-Tropez

Las playas privadas de Saint-Tropez son tan hermosas que parecen irreales. Hemos seleccionado para usted aquellas que merecen absolutamente la pena durante su visita a la ciudad:

La Bouillabaisse Plage Saint-Tropez

En La Bouillabaisse Plage, tendrá todo el tiempo para impregnarse de la Dolce Vita de la French Riviera. Ubicada sobre arena fina, a la entrada del pueblo tropezino, alberga un restaurante y un bar, así como un espacio de relajación confortable donde encontrará salones exteriores y una hilera de tumbonas sombreadas a dos pasos del agua. Su ubicación le permite disfrutar plenamente del sol durante el día; y por la tarde, le cautiva con la magia de su puesta de sol. La vista se saborea alrededor de un buen cóctel de la casa o de un plato de su cocina de colores mediterráneos.

Pearl Beach Saint-Tropez

En un entorno relajante y moderno, el Pearl Beach le da la bienvenida para vivir una experiencia inolvidable en Saint-Tropez. Este restaurante de playa se distingue por su jardín de inspiración balinesa. Bordeado de palmeras sobre una terraza de teca, es un auténtico elogio al dolce far niente. Ofrece un rincón de descanso sombreado donde hacer la siesta cuando el calor es poco clemente. En el centro, una fuente le apacigua con su agua que fluye. En la cocina, el chef propone una carta refinada de influencias mediterráneas, exóticas y orientales.

Golfe Azur

Situada en el Barrio La Bouillabaisse, el Golfe Azur es una playa familiar, íntima y cuidadosamente acondicionada para ofrecerle un auténtico momento de relajación frente a una vista excepcional del Golfo. En el lugar, las tumbonas están bien espaciadas, ideal para quienes no quieren ser molestados por sus vecinos. Le abre sus puertas todos los días, pero si le gustan los sabores soleados, espere al viernes para ir. Este día, el chef le propone en el menú sus especialidades: ¡el aïoli y los salmonetes cocinados a la provenzal!

La Plage des Salins

Fragmento de paraíso perdido en una pequeña cala, Les Salins es particularmente apreciada por la finura de su arena blanca bañada en un decorado salvaje y fascinante. Este carácter auténtico constituye todo su encanto. Uno pone voluntariamente su toalla para disfrutar del hermoso sol del Mediterráneo, lejos del ruido de la ciudad. También puede almorzar o cenar allí, con los pies en el agua, con toda simplicidad. En el menú: pescados a la parrilla y pizzas para degustar en un ambiente relajado.

Les Graniers

Acondicionado en una decoración con espíritu de "cabaña de pescadores", Les Garniers es un restaurante de playa que transporta totalmente. Solo su marco merece el desvío, pero hay que decir que una vez en el lugar, uno se instala fácilmente para disfrutar de sus acogedores colchones instalados a dos pasos del agua o para almorzar al sol. Su carta rinde homenaje a los frutos del mar y las carnes: sardinas a la parrilla, langosta de roca o trozos de ternera a la parrilla. Por la tarde, los platos dejan paso a los cócteles de la casa para saborear bajo las estrellas.

¿Qué hacer en Saint-Tropez?

Tomar un café en Sénéquier

El Sénéquier es un lugar emblemático de Saint-Tropez. Se trata de un café presente en la ciudad desde 1887. Si es tan célebre, es en gran parte gracias al cine que lo puso bajo los focos en "Y Dios creó a la mujer" y "El Gendarme de Saint-Tropez". Pero su éxito se debe sobre todo a sus delicias tan particulares de las que se sigue cantando las alabanzas hasta hoy. El turrón blanco, la tarta tropezina y las frutas confitadas forman parte de sus golosinas imprescindibles que han permanecido fieles a sus recetas ancestrales. No dude en tomar asiento en su terraza frente al puerto y sus yates para degustar estas delicias con una buena taza de café.

Ir al mercado de Saint-Tropez

En Saint-Tropez, el calendario está marcado por grandes citas entre las que los mercados provenzales son imperdibles para abastecerse de productos frescos, creaciones artesanales, flores, juguetes y, más generalmente, para ir de compras a la sombra de los plátanos. Se celebran todos los martes y sábados en la Place des Lices que acoge más de 120 puestos.

Degustar la auténtica Tarta Tropezina

Gran clásico de la pastelería, la famosa tarta tropezina es un postre tan célebre como quien la bautizó: Brigitte Bardot. Se trata de una especialidad de Alexandre Micka que, durante el rodaje de la película "Y Dios creó a la mujer", se la sirvió a la actriz. Conquistada por esta delicia que aún no tenía nombre, decide encontrarle uno. Bautiza entonces la tarta inspirándose en el pueblo donde rodó la película. Hasta hoy, la auténtica receta de la tarta tropezina se mantiene en secreto, pero algo es seguro: está hecha de crema y brioche, espolvoreada con granos gruesos de azúcar. Para degustar esta delicia en su versión auténtica, ¡dirección Saint-Tropez!

Salir de fiesta en Saint-Tropez

Saint-Tropez es una ciudad de la Costa Azul que nunca duerme. Incluso por la tarde, propone diferentes actividades para complacer a todos los noctámbulos. En el programa, tendrá derecho a cine-teatro, así como juegos y animaciones diversas en los casinos. Pero las más solicitadas son las veladas en las discotecas y los beach clubs. Nikki Beach, Caves du Roy, Gaio o incluso el VIP Room son imprescindibles para desahogarse con los sonidos de los mejores DJs.

Los lugares emblemáticos de Saint-Tropez

El Puerto de Saint-Tropez

El Puerto de Saint-Tropez es tanto el punto de encuentro de pescadores y navegantes como el de los lugareños y los turistas. Desde este lugar, puede admirar los yates y veleros que han echado el ancla allí durante un pequeño paseo a pie. De paso, deténgase en uno de los cafés o restaurantes que bordean el puerto para degustar las especialidades de la ciudad como un helado artesanal, una tarta tropezina o simplemente una taza de café en Sénéquier.

La Ciudadela de Saint-Tropez

Regálese el más hermoso panorama del Golfo desde la Ciudadela de Saint-Tropez y aproveche para pasear por el Museo de la historia marítima de la ciudad. Alberga preciosos recuerdos de la formidable epopeya de los marineros tropezinos como Bailli de Suffren, el General Allard o incluso Hippolyte Bouchard. No dude en añadir este lugar a su lista de tareas pendientes si es un amante de la historia y la cultura.

El Camino de los Aduaneros

El camino de los aduaneros ofrece un magnífico paseo a orillas del mar por un sendero fácilmente accesible y de gran belleza. En el lugar, las playas de arena blanca y las aguas turquesas entre las calas se funden en el horizonte de un cielo sin nubes. Para admirar este paisaje único, parta del faro de Camarat en las faldas del territorio de Ramatuelle. Este camino le ofrece numerosas posibilidades de paseos.