Mandarin Oriental Marrakech
El universo Mandarin Oriental Marrakech
El espíritu del lugar: elegancia, naturaleza y emoción
Desde la llegada, la magia opera: un camino bordeado de palmeras y naranjos conduce hacia el corazón del resort, donde estanques turquesas, muros de piedra ocre y patios floridos se abren a las montañas. El diseño combina tadelakt, zellige y madera esculpida, creando una armonía entre tradición artesanal y arquitectura moderna.
Cada villa dispone de acceso a una piscina privada, perfecta para un baño de sol en total intimidad. Los huéspedes disfrutan de un servicio de restauración a medida: desayuno marroquí en la terraza, almuerzo alrededor de la piscina y cena bajo las linternas del jardín.
Por la mañana, la luz dorada ilumina suavemente los estanques y los jardines. El canto de los pájaros y el perfume del jazmín acompañan los primeros instantes de una jornada bajo el signo del bienestar y la serenidad.
Al mediodía, el restaurante junto a la piscina cobra vida. Los platos coloridos, los zumos frescos y los cócteles caseros se invitan a las mesas. La atmósfera se vuelve solar y convivial: parejas, amigos y familias se reúnen alrededor de la piscina para compartir un momento suspendido entre relax y gastronomía.
Al final de la tarde, los reflejos dorados del sol acarician los olivos y las aguas turquesas. El Mandarin Oriental Marrakech se convierte entonces en un refugio de calma y belleza, ideal para renovarse después de un paseo por el centro de Marrakech o una visita a los zocos de la Medina.
La experiencia piscina: lujo, calma y voluptuosidad
El Mandarin Oriental Marrakech ofrece un marco excepcional para una jornada de piscina en Marrakech. La piscina principal infinity, bordeada de palmeras majestuosas y camas confortables, refleja la luz del cielo. Los visitantes pueden reservar un daypass de piscina para disfrutar del conjunto de instalaciones: acceso a la piscina, espacio lounge, toallas frescas, vaporizadores perfumados y servicio personalizado en la tumbona.
Los amantes del baño de sol se instalan alrededor de la piscina para saborear un zumo de naranja fresco, un agua saborizada con menta o una copa de rosado helado. El servicio de restauración propone platos ligeros, perfectos para un almuerzo con los pies en el agua: ensaladas marroquíes, pescados a la parrilla, ceviches, frutas frescas y postres tropicales.
Para quienes buscan más intimidad, las villas con piscina privada ofrecen un espacio exclusivo: jardín cerrado, tumbonas mullidas, rincón sombreado y vista impresionante sobre el Atlas. Es la dirección soñada para un fin de semana romántico en Marrakech o una escapada de bienestar.
Al atardecer, la piscina se ilumina, las linternas se encienden y la luz ocre del desierto transforma el lugar en un decorado mágico. Es uno de los momentos más mágicos del Mandarin Oriental Marrakech, perfecto para una velada apacible después de una jornada de relax junto a la piscina.
Bienestar y spa: la evasión sensorial
El spa del Mandarin Oriental Marrakech es una experiencia en sí misma. Concebido como un templo del bienestar, mezcla hammam marroquí, masajes con aceites naturales, tratamientos holísticos y espacios de relajación abiertos a los jardines.
Los visitantes encuentran una serenidad absoluta: luz tenue, aromas de argán y eucalipto, sonidos apaciguadores. El spa propone también rituales orientales completos: exfoliación con jabón negro, envoltura con ghassoul y baño de pétalos de rosa.
Después del tratamiento, se prolonga el relax alrededor de la piscina o en las terrazas soleadas del resort, con un té de menta en la mano, frente a las montañas.
El momento perfecto para una escapada en Marrakech
El Mandarin Oriental Marrakech es el destino ideal para una jornada de piscina, un fin de semana romántico o una estancia de bienestar en el corazón de la ciudad roja. Cada espacio, cada servicio, cada detalle encarna la promesa de un lujo simple y sincero.
Bajo las estrellas del desierto, junto a la piscina turquesa, el murmullo de las palmeras y el perfume del jazmín componen una melodía apaciguadora. Es aquí donde el tiempo se ralentiza, donde la belleza de Marruecos se revela, y donde el arte del lujo meditativo cobra todo su sentido.
El Mandarin Oriental Marrakech es mucho más que un hotel: es una experiencia sensorial completa, una oda a la luz, al mar de arena y a la dulzura del vivir marroquí.
Restaurant Mandarin Oriental Marrakech
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Una dirección excepcional cerca del centro
Situado a solo diez minutos del centro de Marrakech, el Mandarin Oriental ofrece un equilibrio perfecto entre calma absoluta y proximidad urbana. Después de una jornada de compras en el Ménara Mall o un paseo por los zocos de Jemaa el-Fna, se reencuentra aquí la frescura de los jardines y la serenidad junto a la piscina.
La ubicación ideal permite también explorar los jardines Majorelle, el Palacio Bahia, o los paisajes impresionantes del Atlas. El resort organiza excursiones a medida para descubrir los tesoros naturales y culturales de Marruecos.
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